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El Sol y la Caja de la Luz del Día

En diversas ocasiones, las historias de Cuervo comienzan con un relato sobre cómo robó el Sol. Para comenzar, convirtiéndose en un aguja que la hija del Jefe del Cielo tragó al beber agua la dejó embarazada. A consecuencia de esto, el niño nacido se trataba en realidad de Cuervo disfrazado. Cuervo, ahora nieto del Jefe del Cielo creció rápidamente y, como es habitual, se convirtió en un niño irritable que lloraba cuando se le negaba lo que quería. Su abuelo, como cualquier otro, lo adoraba y ansioso por complacerle y quizás también por que se callase, le regaló la caja que contenía la Luna. Al abrir la caja, la Luna huyó al cielo. A consecuencia de dicho suceso, los llantos volvieron a empezar y el siguiente regalo que el Jefe del Cielo le otorgó a su nieto fue la Caja de la Luz del Día la cual era de mayor tamaño y contenía el Sol. Ya obtenido lo que en realidad deseaba, el niño volvió a convertirse de nuevo en Cuervo y huyó por la chimenea de la casa de Jefe del Cielo. Entonces, viajó por todo el mundo con la Caja de la Luz del Día abierta no solo otorgando la luz a los espíritus del mundo sino también dandoles la forma física que poseen hoy en día.